providencia

nadie es mas fuerte como el que sabe aceptar los acontecimientos

viernes, 7 de septiembre de 2012

LA PROVIDENCIA

La Providencia Divina es el medio por y a través del cual Dios gobierna todas las cosas en el universo. La doctrina de la Providencia Divina afirma que Dios está en control absoluto de todas las cosas. Esto incluye al universo en su totalidad (Salmo 103:19), el mundo físico (Mateo 5:45), los asuntos de las naciones (Salmo 6:7), el nacimiento del ser humano y su destino (Gálatas 1:15), los éxitos y los fracasos humanos (Lucas 1:52), y la protección de Su pueblo (Salmo 4:8). Esta doctrina se levanta en oposición directa a la idea de que el universo sea gobernado por la casualidad o el destino.                                                                                                 
                                                                                                                                                                                                                                      



“La creación tiene su bondad y su perfección propias, pero no salió plenamente acabada de las manos del Creador. Fue creada "en estado de vía" ("in statu viae") hacia una perfección última todavía por alcanzar, a la que Dios la destinó. Llamamos divina providencia a las disposiciones por las que Dios conduce la obra de su creación hacia esta perfección:
   Dios guarda y gobierna por su providencia todo lo que creó, "alcanzando con fuerza de un extremo al otro del mundo y disponiéndolo todo con dulzura" (Sb 8,1). Porque "todo está desnudo y patente a sus ojos" (Hb 4,13), incluso lo que producirá la acción libre de las criaturas producirá (Cc. Vaticano I



LA PROVIDENCIA DIVINA Y EL PROBLEMA DEL MAL
R. P. Lic. Pablo Rossi, I.V.E.

El presente
Dios no solamente crea todas las cosas sino que también las gobierna, guiándolas a su fin de modo infalible.
Esta verdad parece oponerse a otras dos verdades de experiencia: la existencia de la libertad creada y la existencia del mal en el mundo.
¿Cómo puede ser que Dios gobierne infaliblemente al mundo y al mismo tiempo los hombres seamos libres? Si desde toda la eternidad Dios había previsto que nosotros íbamos a estar reunidos acá en este momento, si Dios causó infaliblemente las cosas para que así sucediera, ¿Cómo puede ser que nosotros hayamos concurrido acá libremente y no obligados por los designios infalibles de Dios?
Un padre bueno, en la medida de sus posibilidades hace todo lo necesario para que sus hijos sean libres, buenos y santos; ¿Por qué Dios, siendo infinitamente bueno e infinitamente poderoso y gobernando infaliblemente la creación, permite que exista en sus hijos el mal y el pecado?
Nosotros nos sentimos por la caridad obligados a remediar las necesidades del prójimo; y Dios, pudiendo remediar todas las necesidades, si es bueno, ¿Por qué no lo hace?
El problema de la libertad creada y de la existencia del mal en un mundo guiado por la providencia amorosa y omnipotente de Dios es tratado por el papa en una serie de catequesis en el año 1986.
El papa, sin temor a planteamientos profundos, encara este problema con preguntas difíciles, convencido de que la fe verdadera no teme a la verdad y debe interrogarse acerca de ella.
De esta manera el papa nos invita a preguntarnos: ¿Cómo se conjuga la acción omnipotente de Dios con nuestra libertad y nuestra libertad con sus proyectos inefables?¿Cómo interpretar y reconocer su infinita bondad y su sabiduría ante los males del mundo; ante el mal moral del pecado y el sufrimiento humano? 

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